El calzado de la Comunitat Valenciana ha examinado el nuevo marco establecido por EEUU y Reino Unido que afecta a las exportaciones de este sector en un seminario online, que ha sido organizado hoy por la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado y el despacho J.A. Muñoz-Zafrilla Abogados, en colaboración con la Asociación Española de Componentes para el Calzado y la Marroquinería. El socio de Squire Patton Boggs, José María Viñals, ha dirigido la charla en la que se ha analizado la actual situación que ha desencadenado la negociación de aranceles con Estados Unidos y el Brexit con Reino Unido.
Las palabras de bienvenida han corrido a cargo del responsable de comercialización e internacionalización de Avecal, Joaquín Marco, y del CEO de J.A. Muñoz-Zafrilla Abogados, José Antonio Muñoz-Zafrilla Palomares. Muñoz-Zafrilla ha recordado que “son tiempos de grandes cambios por la contracción del mercado global que ha provocado la pandemia, los cambios en los sistemas de comercialización y el cambio con las relaciones con Reino Unido después del Brexit y la amenaza que ha realizado Estados Unidos de implantar nuevos y costos aranceles al mercado español”.
Viñals ha abierto su ponencia con un repaso sobre los últimos cambios en la política exterior y comercial del gobierno estadounidense desde que Biden asumió el poder. El abogado ha incidido en que “desde el punto de vista de los aranceles que amenazaba Estados Unidos derivados del complejo litigio existente en la OMC tenemos una tregua de cinco años” para alcanzar un acuerdo.
El otro frente abierto con Estados Unidos, según Viñals, son los aranceles de un 25% adicional que nos llevaría a aranceles del 35% al 37% para el calzado, que se enmarcan en las negociaciones abiertas por la tasa a las grandes empresas tecnológicas, conocida popularmente como tasa Google. Hace unos días, “se decidió no aplicar estos aranceles y posponer 180 días su aplicación, que son los seis meses que entiende la Administracion Biden que se puede llegar a un tipo de acuerdo”.
A raíz del Brexit entró en vigor a partir del 1 de enero de este año el TCA (Trade Cooperation Agreement), que en la práctica supone una serie de prórrogas en ciertas materias de comercio, licencias y trámites aduaneros. La aparición del Brexit, tal y como ha explicado Viñals, ha conllevado a la aplicación de nuevas reglas comerciales entre la UE y Reino Unido. Así se proporciona un tratamiento preferente de cero aranceles para los productos que contempla el TCA.
Sin embargo, para los productos a los que no se les aplica el TCA se produce un tratamiento arancelario estándar. En el caso de aranceles globales cuando se importa a Reino Unido, conlleva un arancel del 16% para todos los calzados excepto para el calzado deportivo con un 16,9% y el calzado femenino de tacón con una tasa del 4 y 5%. Cuando el calzado se importa a la Unión Europea la tasa es del 16%. Ante esta normativa, el abogado ha subrayado que el “TCA no se aplica a los productos no originarios”, por lo que es importante que los empresarios conozcan si su producto cumple o no con la regla de origen, ya que de ello depende de que paguen o no arancel.